22 de marzo de 2010

Nuestras recomendaciones

Por: Verónica Ortega

  • Revista: Algarabía

Publicación mexicana con contenidos variados en un formato diferente. Los temas que toca son cotidianos, pero al ser tan comunes no dejan de ser interesantes, también aborda la ciencia, el lenguaje y el arte. Explora las palabras y el porqué de las cosas. Aconseja a los lectores como hablar y escribir bien. En resumen, habla de lo que todos hablan, pero escribe de lo que casi nadie escribe. Va dirigido a todo público pero en específico a aquellos curiosos que desean entretenerse con muchas ideas habituales.

  • Película: La ciencia del sueño

Pelicula franco-italiana dirigida por Michel Gondry y protagonizada por Gael García y Charlotte Gainsburg. Es una mezcla de stop motion con filmación tradicional, ambientada en un barrio parisino, combina una vida monótona y los “sueños”, un surrealismo con texturas plásticas.

Comedia dramatica que narra las desventuras de Stéphane (Gael García Bernal), un joven artista gráfico en cuyo cerebro se emite un programa de televisión en continua pugna con la realidad. La historia empieza cuando llega a París con la esperanza de un buen trabajo y tras entrar en contacto con una nueva vecina, Stéphanie (Charlotte Gainsbourg), la posibilidad de un romance se abrirá paso en su onírico universo de cartón.

Pluma invitada

¿Cómo educan los medios?
Por: Alberto Gómez Santillán


Existen diversos tipos de medios masivos de comunicación, como lo son la televisión y la radio, entre muchos otros; pero en este artículo no nos centraremos en la división de estos, sino en las funciones básicas y su equilibrio entre ellas para alcanzar los objetivos de cada medio.

Dichas funciones son: informar, entretener y educar, pero, muchas veces éstas se reducen a una, máximo a dos.

Por excelencia se entiende que uno de los fines es mantener informada a la sociedad y viene a mi mente una película de reciente aparición: “Operación Valquiria” donde en un momento se refleja esta función. Por cierta fuente llega la noticia del atentado mortal de Adolfo Hitler y el consecuente inicio de una transición del poder, más por otra fuente, se informa de que el atentado es fallido y Hitler vive, el coronel Stauffenberg es señalado como responsable del atentado y acusado de traición. En ese momento la sala de prensa se paraliza por la información que está circulando, más la decisión final es informar ambos sucesos, y se genera una confusión porque nadie sabe la verdad. Los medios, recibiendo información oficial, son obligados a transmitir la información que les llega, aunque por órdenes estratégicas la información de ciertos canales es bloqueada.

La trama refleja la realidad de nuestra sociedad y la de todos los tiempos. Los medios deben presentar a la sociedad los informes y sus fuentes, más la hipótesis de filtrar información se pone sobre la mesa de discusión. Objetivamente, se debe informar sin tratar de elaborar conjeturas o desarrollar consecuencias basadas en supuestos no confirmados, poner más elementos o cargarlos de un subjetivismo personal. Los medios de comunicación, llamados el cuarto poder, tienen en sí mismos una fuerza de persuasión y convencimiento que los hacen verse como dioses políticos, pues usando la credibilidad y el prestigio que se les atribuye terminan manejando la opinión pública, y en una democracia, esa opinión es el poder. En consecuencia, también se pone sobre la mesa la cuestión de la capacidad del pueblo para votar u opinar cuando depende para ello de la información que recibe.

Considero que esta función de informar ocupa un 80% en los medios, las formas, formatos, dependen de las políticas de cada empresa de comunicación, estado y persona. La función de entretener ciertamente tiene una alta proyección, cuyo objetivo, estratégico es distraer, más que entretener; pensemos en aquellos programas que buscan “alegrarnos” la vida, las caricaturas, telenovelas, entre otros. Que si bien es cierto nos divierten, forman a la persona de manera pasiva. Pensemos en las veces que nos entretenemos con una película de arte o de otro enfoque, distinto al comercial, o el teatro que nos permite comprender nuevas realidades, sin lugar a dudas es mínimo.

Si hacemos una suma de porcentajes nos encontraremos con un número muy reducido destinado a la función de educar. La educación despierta conciencias, forma la capacidad para procesar la información, y aunque un pueblo culto se gobierna solo, algunos Estados optan por monopolizar el gobierno, para lo cual, la educación se limita en rubros específicos considerados no sólo laicos, sino inermes. Educar, en qué y cómo, es también consecuencia de la educación política de quienes ostentan el poder. Son pocos los programas que existen sobre educación, y los que hay abordan a grosso modo una serie de temáticas que deja a la sociedad en los mismos niveles, o sólo algunos tienen acceso a programas educativos por la televisión de paga, (recordemos que la mayoría sólo tiene la televisión “abierta”), y son completamente inexistentes los programas que, cumpliendo las tres funciones, informan enseñan a procesar la información hacia una actividad ciudadana y de forma entretenida.

El compromiso final que nos queda tendría que ser, formar a los nuevos profesionales de la comunicación y a los nuevos dirigentes políticos con la convicción de no sólo controlar y dirigir una nación manipulando la información, sino con la conciencia cívica de educar a la sociedad para autodeterminarse en una verdadera soberanía de bien común, respeto a los recursos y la ecología, antes que la naturaleza nos enseñe que las malas decisiones tienen consecuencias, o que repitamos sucesos históricos donde las castas gobernantes sucumbieron junto con y por la sociedad que no supieron educar…

21 de marzo de 2010

Teorizando con la comunicación

La teoría de la bala mágica

Por Andrea Reyes

El primer conjunto de creencia sobre la naturaleza y el poder de las comunicaciones de masas no fue formulado de hecho en su momento por ningún estudioso de las comunicaciones. Pero en visión retrospectiva se conoce como la teoría de la bala mágica. Posteriormente ha recibido otros nombres más pintorescos como teoría hipodérmica o teoría de la reacción en cadena. La idea básica que subyace tras esos nombres es que los mensajes de los medios son recibidos de manera uniforme por todo el público y que las reacciones inmediatas y directas son disparadas por estos estímulos. DeFleur, Melvin Ball-Rockeach (1986)

Hacia finales del siglo XIX, la concepción orgánica de la sociedad prevista por Comte y Spencer hasta el análisis de Durkheim respecto a la división del trabajo, se fue configurando una nueva imagen de la sociedad, que desdibuja sus rasgos tradicionales para convertirse en una sociedad de masas. Las masas, se convierten así, en un objeto de estudio y de hecho, durante los años 20, el temor a la manipulación mediática aparece como una característica que describe la poderosa capacidad de influencia que tuvieron los primeros medios de comunicación.

En coherencia con esta percepción, la audiencia era concebida notablemente indefensa ante los medios, puesto que:

1. Los individuos se hallaban aislados psicológicamente

2. La impersonalidad predominaba en las interacciones sociales.

3. Los individuos no se veían afectados por los vínculos sociales

Diferentes factores confluyen posibilitando la consolidación de la psicología como ciencia hacia principios del siglo pasado, las demandas del ejército, de la industria y más tarde de los partidos políticos, favorecerían además, la aplicación práctica a diferentes técnicas de comunicación persuasiva.

Durante la Primera Guerra Mundial, los psicólogos del ejército norteamericano desarrollaron una serie de pruebas con el objeto de medir la inteligencia haciéndose por primera vez, mediciones de tests a gran escala. Comprendiéndose así en el ejército la utilidad de la psicología para la clasificación de los individuos. De esta forma, los psicólogos pasan a formar parte de los equipos de instrucción militares.

Al mismo tiempo, la industria comienza a percibir que posee intereses similares a los militares en el sentido que también requiere seleccionar recursos humanos eficientes para cubrir determinados puestos de trabajo, de esta forma comienza a consolidarse también la psicología industrial. Pero fundamentalmente es la aparición de los medios de comunicación masiva, se advierte el enorme potencial de aplicar conceptos de psicología a las técnicas persuasivas de la publicidad.

Finalmente, el terreno de la política, interesado cada vez más en el devenir de la opinión pública demandará también los aportes de la psicología como ciencia socialmente útil para el poder.

De esta forma, las primeras teorías se enfocaban desde una perspectiva conductista: la conducta se halla regida por mecanismos biológicos de origen genético que intervienen de forma predecible a partir de un determinado estímulo. Por otra parte, al considerar la sociedad de masas un conjunto homogéneo, asilado y pasivo, resulta consistente sostener la hipótesis de vulnerabilidad ante la manipulación mediática. Este argumento se consolida en la idea de la omnipotencia de los medios que generaba la idea básica respecto a que los mensajes podían incidir sobre el individuo de manera directa y uniforme, provocando una reacción similar en cada uno de ellos. La propaganda nazifasicista, por otra parte, parecía ser una experiencia en tiempo real que convalidaba tan ambiciosa hipótesis: las masas, parecían rendirse ante el poder ilimitado de los mensajes mediáticos por irracionales que estos fueran.

Para este cuerpo de teorías, el emisor es la preocupación central puesto que el objetivo era determinar las estrategias que este utilizaría para consumar la manipulación de la audiencia. Y no es un dato menor, observar que el análisis de acuerdo a este marco teórico, ignora el contexto social en el cual se daba en fenómeno mediático, aislando el vínculo entre emisor y receptor del entorno sociocultural en el que se contextualizaban.

Comentarios.

Esta teoría explica la manipulación que realizan los medios hacia el público y de qué manera puede llegar un mensaje 'instantáneamente' a todos ellos, provocando reacciones similares y así, efectuando un control previamente establecido.

Fuente.

Teorías de los efectos en las audiencias. (s.f.). Recuperado el 22 de marzo de 2010, de http://comunicacion.idoneos.com/index.php/337570


Publicidad


Brand Evolution, publicidad que aligera la espera y genera ventas

Por Claudia Urbina

Brand evolution está dedicada a desarrollar conceptos para abarcar consumidores cautivos, que parten con base en las necesidades de comunicación de una empresa para llegar de manera directa a los potenciales consumidores. La estrategia que ha seguido esta agencia a lo largo de año y medio está basada en la inserción de un revistero con publicidad en salas de espera de consultorios médicos de hospitales de nivel socioeconómico C y C+.

Gracias a un sondeo que realizó Brand Evolution, se llegó a la conclusión de que los pacientes esperan en promedio 30 minutos para ver a su médico, tiempo que puede ser aprovechado para el envío de mensajes concretos de marcas y empresas dedicadas a proveer productos o alimentos enfocados a la salud y bienestar.

Las estrategias desarrolladas por Brand Evolution se ven materializadas gracias a que por las características de su medio es posible realizar una medición de los materiales distribuidos y los efectos que causan en el consumidor, pues como dato adicional del estudio, se obtuvo que la gente decide leer en la mayoría de los casos durante su espera en el consultorio médico, lo que provoca que el lector vaya hacia el revistero y absorba los mensajes de la publicidad y la información de los folletos, lo que genera un mayor exposure y pass along debido a que las personas se llevan el folleto y usualmente lo pasan a los otros integrantes de la familia.

De esta manera, los pacientes pasan un tiempo de espera agradable leyendo revistas recientes y las marcas o empresas aumentan y mejoran su imagen.

Fuente:

Tips

Tips para un buen almuerzo de negocios


Por Ali Martínez

No es un misterio que disfrutar de una buena mesa, conjugada con una conversación agradable es un placer al que casi nadie puede resistirse. Sin embargo ¿qué sucede si esa comida se realiza con un alto ejecutivo y en la cita se está jugando la posibilidad de comenzar o cerrar un contrato importante? Es allí, donde usted se transforma en la imagen de la empresa y sus modales de comportamiento pueden ser un factor determinante para el éxito de la reunión.

Los almuerzos de negocios han tomado una alta importancia para los ejecutivos, debido a que son una instancia precisa, que entremezcla lo cordial, con lo personal y la posibilidad de obtener información anexa de su potencial socio. Es un gran gesto de estimación, afecto y reconocimiento, además de ser una potente señal de confianza, ya que se entiende que con la negociación ambas partes saldrán beneficiadas, señala Francisco Sólanich, director de escuela de RR.PP de la Universidad del Pacífico de Chile.

Sin embargo, llevar este tipo de citas a un lugar fuera de la oficina no implica comportarse como si se estuviese en el hogar, ya que ante los ojos de su acompañante cada movimiento y petición estará siendo evaluada acuciosamente.

Para ello, algunos expertos recomiendan una serie de pasos a seguir, cubriendo hasta el más mínimo detalle para que aquella reunión marche de acuerdo a lo planificado y concluya de manera beneficiosa para usted -como negociador- y para la compañía.

A continuación presentamos algunos tips a utilizar en un buen almuerzo de negocios:

1. Buscar el lugar más idóneo. La elección del sitio debe ser cuidadosa, hecha con anticipación y no se debe dejar nada al azar. El lugar debe ser sobrio, que tenga un ambiente relajado y una oferta de menú amplía. Esto, debido a que se desconocen los gustos del invitado.

Se aconseja asistir a los restaurantes de los hoteles, los cuales poseen una amplia variedad de platos y -en algunos casos buffet- permitiendo satisfacer de la mejor manera los deseos culinarios del ejecutivo. Es absolutamente erróneo realizar este tipo de reuniones en lugares como bares o locales nocturnos, ya que pueden desvirtuar la finalidad de la cita. Al momento de pagar la cuenta es imperativo que lo realice quien lleva la agenda, por más que el invitado se ofrezca e insista.

A su vez, es deseable realizar este tipo de encuentros en restaurantes de renombre, ya que estos lugares destacan por tener una variada oferta y así evitar poner en aprietos al ejecutivo si es que la carta no satisface sus gustos.

2. ¿Qué ordenar? Si usted es el invitado, lo aconsejable es ser cauto y moderado. En palabras simples, al momento de seleccionar la comida guíese por los platos de precio promedio, de aquella forma evitará comentarios mal intencionados refiriéndose a usted como quien aprovechó el momento para "darse" un gustito.

Respecto de la bebida, debe reinar la moderación, el exceso puede acarrear problemas, ya que se puede decir o contar detalles privados -trabajo o personal- causando en su invitado alguna mala reacción por el exceso de confianza establecido. Además, la reunión podría continuarse en la oficina y usted -claramente- no se encontraría en las mejores condiciones para seguir la negociación.

3. Encontrar el momento justo para conversar de negocios. Partir la comida con el tema central de la negociación no es aconsejable. Tampoco sugerir hablar sobre la vida personal, tendencia política e información privada en general. Lo ideal es tratar tópicos más simples y triviales como, por ejemplo, explicar al invitado el porqué fue elegido ese lugar, contextualizar con información acerca del local donde se encuentran, o si su chef posee algún premio por su calidad culinaria.

El momento adecuado para entrar en la materia que los convoca puede ser mientras se degusta el plato fuerte o bien durante el postre, ya que el ejecutivo se encuentra con una mayor confianza y distendido. Es en ese instante donde la negociación entra en su etapa final, ajustando los últimos detalles. Si la reunión llegase a extenderse más allá de una hora y media, es aconsejable que el anfitrión realice una síntesis de los puntos ya tratados y anotar los temas faltantes por discutir y continuar la charla en la oficina. En caso de que el interlocutor o el invitado le sugiera salir por la noche y seguir ahí con la negociación, usted -muy sutilmente- debe declinar la invitación, señalando que se encuentra comprometido para ese día.

4. Entablar una sobremesa. La sobremesa "es el momento adecuado para afianzar aun más la confianza entablada durante la comida". Agrega que el ejecutivo que lleva la agenda debe ser consciente de que cuando se realizan los negocios se está tratando con personas, por ende, obtener un mayor grado de empatía es fundamental para la futura relación. Conversar temas triviales, pero de índole personal es lo más efectivo para alcanzar dicho nivel de acercamiento. Si es extranjero, se recomienda consultar cortésmente qué le ha parecido el país, si se ha sentido grato en su estadía y si ha cumplido sus expectativas con la visita.

5. Para finalizar, ser una persona educada. Con buenos modales y una conducta prudente, no tendrá problemas para causar una buena impresión tanto de usted como de la empresa a la que representa, y llevar a buen puerto la negociación.

Fuente:

http://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes/tips-para-un-buen-almuerzo-de-negocios. (s.f.). Recuperado el 21 de marzo de 2010